Una de las polémicas más recurrentes se encuentra en el mundo canino. El mejor amigo del hombre es, a veces, el ‘enemigo’ del hombre para otros. Siempre encontramos estos bandos en la sociedad. Parece que no hay un término medio. Sin embargo, este artículo no tiene ninguna relación con estos bandos. Sí que tiene relación directa con el sentido común y la educación que dan los dueños a sus perros y la propia educación de los dueños.

La legislación recoge una serie de normas básicas que los dueños de los perros deben cumplir. Admito, como persona que ha tenido perro, que algunas de estas normas son ridículas y absurdas. Otras son necesarias y de obligado cumplimiento. En San Sebastián de los Reyes, el orín y excrementos de los canes fue protagonista en el pleno de diciembre de 2020. Se decidió endurecer las normas con respecto a los dueños que no limpiasen estos excrementos o que no llevasen una botella de agua para rociar por encima de la orina de su perro. Esto demuestra que los perros están muy presentes en la vida de las personas e incluso en la vida política.

Hoy vengo a hablar de una de las normas que, para mí, es fundamental. No guarda relación con la de los excrementos porque se sobreentiende que un dueño debe tener una responsabilidad más que correspondida con ese tema. La norma de la que hablaré para compartir mi humilde opinión es la siguiente: no llevar a un perro suelto por la calle o espacios abiertos. Cuando uno va por la calle, por un parque o incluso por el campo, se encuentra a gran cantidad de perros sueltos. Por lo general no hay ningún tipo de incidencias, pero… si hay una norma que lo prohíbe será por algo, ¿no?

Perros en un ‘pipican’ de Sanse

En este caso, hablaré como persona amante de los perros y como dueño de perros que he sido. Los perros necesitan correr, andar, ser libres, pero no se deben soltar jamás. Hay muchas personas que argumentan que su perro está bien educado y no hace nada. Bien, la cuestión no se encuentra ahí. Por lo general no sucederá nada, pero, ¿cuántos perros se han desorientado y se han perdido? Muchos. A veces uno sale a pasear y ve a dueños angustiados porque no encuentran a su gran amigo. Normalmente eso sucede cuando se suelta al perro. Piense en su perro, en lo nervioso que estará y las dificultades que tendrá para reencontrarse con usted y no lo suelte.

Si necesita espacio y quiere que corra, hay varios métodos que evitan estas situaciones. En primer lugar, los ‘pipican’. Los parques para perros son lo suficientemente grandes como para que un perro queme su energía sin riesgo de que pueda perderse. Un perro puede ser educado y obedecer, pero siempre hay riesgo para que pueda perderse. Además, muchos dueños hablan de la educación de su perro, pero muchos otros lo sueltan sin que su mascota esté siquiera preparado para obedecer cuando se le suelta. Continuando con el argumento de los que dicen que el perro necesita correr y sentir la libertad, los dueños tienen otra opción. Esta opción es salir a correr con sus perros. Ejercicio doble. Un vínculo que se unirá mientras uno hace ejercicio y su perro le acompaña.

Sin embargo, para algunos esto no es suficiente, por ello contaré una historia que vivió una persona muy cercana a mí hace apenas dos semanas. Esta persona iba paseando a su perro cuando, de repente, un perro suelto se dirigió a ella y a su mascota como una flecha. El instinto de la persona fue el de retirar a su perro y apartarlo. Justo en ese momento llegó el perro suelto y fue directo con su boca a su brazo. El resultado final para la persona fue el siguiente: varios puntos de sutura, un brazo vendado y una baja en su trabajo.

¿Y todo esto por qué? Por la irresponsabilidad de un dueño que deja suelto a su perro. Nunca se sabe lo qué puede hacer, por muy bien educado que esté el cánido. Soltarlo también supone un peligro para sus propios perros. Muchas veces se acercan a otros perros que van atados con buenas intenciones. Sin embargo, el otro perro quizá no sea socialmente el mejor. El dueño del perro que no está preparado para socializar no tiene por qué aguantar a otro intentando acercarse al suyo teniendo en cuenta que todo puede derivar en un mordisco de su propio perro. ¿Y quién pierde ahí? ¿el dueño que llevaba suelto a su perro o el que muerde? Pues bien, desgraciadamente y por lo general, pierde el que muerde.

 

Con todo esto quiero decir que un dueño debe ser responsable y si ama verdaderamente a su perro jamás lo soltaría, con la excepción de los ‘pipican’. Así que, por favor, cuiden de sus animales como ellos cuidarían de ustedes y sean responsables. Parece una tontería, pero cualquier día el perro puede perderse u ocasionar un altercado con otro. Un amante de los perros como yo lo dice. Adoro los perros y jamás pensaría algo que fuese en su contra. Cuiden a su mascota y sean responsables.

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