La Fundación Franz Weber ha solicitado la retirada de cualquier promoción u oferta dirigida a personas menores de edad para acceder a la feria taurina de San Sebastián de los Reyes, alegando que «es contraria a una recomendación del Comité de los Derechos del Niño».
«Los promotores han lanzado una bochornosa promoción de 100 entradas a 5€ para menores de 12 años, lo que evidencia el interés de la empresa y del propio Gobierno local por promover actividades lesivas a muy cortas edades», apunta.
Los naturalistas, con estatus consultivo en este organismo internacional de especialistas en derechos de la infancia, han advertido que el informe de evaluación a España de 2018 incluyó un texto muy claro al respecto de la participación o presencia de menores de 18 años en espectáculos taurinos, subrayando que había que alejarlos de los mismos.
Rubén Pérez, coordinador de la campaña Infancia Sin Violencia, explica: «Diferentes especialistas han advertido acerca de la exposición de las personas menores de edad a contenidos violentos, comprobando alteraciones en su comportamiento y midiendo diferentes niveles de agresividad y ansiedad posterior.»
Además, añade: «La exposición a la violencia en la infancia puede contribuir a la normalización de la violencia y fomentar actitudes de aceptación de la agresión hacia animales y también personas».
La Fundación urge a las administraciones públicas implicadas a trabajar por la protección de la infancia y la adolescencia, instando la retirada de cualquier tipo de publicidad o promoción que busque fomentar su acceso a actividades lesivas para su desarrollo social, moral, intelectual o psíquico.
Contenidos violentos con refuerzo positivo
En estas convocatorias se pueden ver las heridas provocadas sobre el bóvido, comportamientos y gestos asociados a un evidente sufrimiento y la muerte violenta de los mismos. Además, los naturalistas explican que la presencia va acompañada de comentarios que refuerzan de forma positiva todo lo que se produce en la plaza y que personas menores de edad pueden asumir como normal y positivo, contribuyendo a la banalización de la violencia contra animales.