Son muchas las ocasiones en las que he expresado mi firme convicción de que nuestra ciudad posee una idiosincrasia propia y unos caracteres genuinos que le marcan un fuerte elemento identitario. Creo no estar exento de razón cuando señalo, dicho sea de paso con fuerte orgullo personal, que San Sebastián de los Reyes tiene positivos rasgos y meritorias vertientes que la hacen diferente.

Narciso Romero, durante la entrega de premios del 530 aniversario de la Fundación de Sanse. Foto: Ayuntamiento de Sanse

El carácter solidario y la bonhomía de su pueblo claramente demostrada cada vez que se le reclama para ayudar en alguna noble causa; la cultura como hecho colectivo e individual que cohesiona y hace partícipe a nuestro pueblo en sus distintas muestras y formas; el dinamismo y pujanza de la actividad deportiva enmarcada en unas importante infraestructuras y una red de clubs y asociaciones amplia; la potencia de su vida participativa, ciudadana y social representada en los numerosos colectivos existentes; el movimiento reivindicativo y de aportación de padres, madres y comunidad educativa expresada en sus Ampas y docentes y en una prolífica actividad; la defensa de sus tradiciones desde una pluralidad y respeto entre las sensibilidades y gustos de la sociedad; la fuerte y cada vez más destacada actividad emprendedora y empresarial y la asunción de que impulsar la economía local es sumar fuerzas trabajando por un futuro mejor; la bella dualidad (difícil de encontrar en otros lares) entre el ser al mismo tiempo pueblo y ciudad y disfrutar de los aspectos positivos de esa rentable y efectiva versatilidad. Y por último, aunque cabrían más elementos de autorgullo local, destaco el clima de respeto, consideración, tolerancia, inclusividad, diversidad y pluralidad que los sanseros y sanseras ejemplifican cada día en relación con las distintas formas de pensar, variadas maneras de entender la vida y el mundo y diferentes credos, etnias, religiones, culturas, condiciones sexuales, etc…

Constituye este amplio abanico de características, elementos que le dan un relato como ciudad y nos crean una identidad propia que nos hace sentirnos orgullosos de pertenecer a una comunidad local, fuerte, grande y en crecimiento.

Y si tenemos un relato que exhibir como ciudad tampoco carecemos de un discurso histórico que nos avale.

El territorio de San Sebastián de los Reyes perteneció a la Villa de Madrid hasta su independencia, en 1492. De todos es conocido que sus primeros habitantes habían huido de Alcobendas.

En 1486 vecinos de Alcobendas se ubican en el cerro del Clavel y piden establecer la residencia en la Villa de Madrid. El entonces Señor de Alcobendas, como respuesta mandó incendiar sus cabañas e hizo presos a algunos de estos vecinos. Quienes salieron libres de ese rapto se reunieron el 12 de febrero con el rey Fernando el Católico en la zona del puente de Viveros, en la entonces aldea de Barajas para solicitarle protección.

Un 2 de Mayo pero de 1492, se pone bajo la protección de los Reyes Católicos a los vecinos rebeldes y se dicta que se dejen en libertad a los apresados. Es a partir de ese momento cuando este lugar comienza a llamarse San Sebastián de los Reyes. Tras nuevas represalias del Señor de Alcobendas en enero de 1493, el concejo de Madrid marca las fronteras originales de Sanse, límites vigentes hasta los años veinte del siglo XIX. En 1508 se produce la bendición de la iglesia de San Sebastián de los Reyes.

Con el advenimiento del Régimen Liberal de 1820, se inició el proceso para crear los actuales ayuntamientos y paralelamente se ejecuta la demarcación del municipio siendo a finales de abril de 1822 cuando la Diputación lo aprueba tras repartir la finca Valdelamasa con Alcobendas y sumar parte de Fuente del Fresno y Pesadilla a San Sebastián de los Reyes.
Como curiosidad os refiero que la actual Casa Consistorial inició sus obras en el año 1879, con un presupuesto inicial de 29.967 pesetas, unos 180 euros actuales.

Dando un salto importante en nuestra historia como ciudad destacan los años sesenta del siglo XX. Es ahí donde San Sebastián de los Reyes despega con fuerza con la instalación de fábricas, grandes empresas, nuevas infraestructuras y viviendas. La fábrica de cerveza El Águila, las farmacéuticas Binesa (Pfizer), Laboratorios Reunidos (luego Cyanamid Ibérica), Instituto Berna, o Federico Bonet -desde 1990 sede de Antena 3TV- , son las pioneras grandes firmas en ubicarse. Junto a estas, otras de menor dimensión se asientan en los polígonos industriales de la zona sur, -actualmente Los Alamillos-, El Praderón o La Hoya. Este momento de efervescencia económica conlleva una etapa de crecimiento en el número de habitantes ya en la segunda mitad del siglo XX.

Antes, a finales de los años cuarenta se construye la nueva variante de la carretera Nacional I, hacia el norte de España y Francia. Este hecho importante en la ciudad permite que se alivie el tráfico por las calles céntricas de San Sebastián de los Reyes y su casco antiguo.

Nos hallamos en unos momentos de crecimiento de la ciudad y gracias a su amplia extensión se construyen grandes complejos deportivos de iniciativa privada, como el club y campo de golf de Ciudalcampo, el circuito del Jarama o el Puente Cultural.

Como los aficionados taurinos saben, el 27 de agosto de 1961 se inauguraba La Tercera, referencia del momento en cuanto a cosos taurinos lo que conlleva el traslado de los tradicionales festejos taurinos -encierros y novilladas- desde la plaza del ayuntamiento. Un hecho también destacable es que en 1961 comienzan a edificarse las instalaciones de radio de la Armada (más conocidas como “La Marina”) activas de 1970 a 2003.

Y un gran acontecimiento que Sanse vivió con similar enorme alegría que las del resto de ciudades de nuestro país En los años setenta regresa la democracia a España. La población sigue incrementándose de manera exponencial. Si en 1970 contaba con 15.447 habitantes, en solo 9 años más, en 1979 ya frisa los 34.000. Coincide este periodo con las primeras construcciones en bloque del ensanche. Se amplían los límites del casco urbano antiguo y se inician los primeros equipamientos básicos: aparcamientos, parques y jardines, nuevos colegios públicos e institutos de secundaria para cubrir la demanda escolar existente. También data la primera y parcial urbanización de La Zaporra.

La transición democrática culminaría en los ayuntamientos, y obviamente en Sanse también, con las elecciones municipales de abril de 1979.

En la década de los ochenta se construyen las piscinas municipales de La Dehesa Boyal y posteriormente el pabellón cubierto, el velódromo y el circuito de footing. De esas fechas es la emblemática promoción de casi mil viviendas de protección por la cooperativa Rosa de Luxemburgo. El nuevo Plan General de Ordenación Urbana de 1985 pone las bases del desarrollo del futuro.

En la década de los noventa del siglo XX se acomete el PERI del casco antiguo para poner freno al deterioro del centro urbano. En el ensanche, la variante N-1, en julio de 1992, ofrece más posibilidades para las instalación de nuevas empresas en el margen izquierdo a la vez que amplía la zona del casco al integrarse la antigua vía de circulación -Avda. de Europa- como una calle plenamente urbana que se transformaría en moderno paseo años después. Esta nueva variante daría paso al desarrollo urbanístico de Moscatelares, que incluye una gran zona comercial -Megapark- en la que luego se instalarían grandes empresas comerciales como IKEA, Carrefour, Leroy Merlin, Kabi y más tarde MediaMark y Plaza Norte 2, con decenas de tiendas más zona de ocio y restauración. Posteriormente se llevarían a cabo las obras de la vía de circunvalación metropolitana M-50, que afectaría a la autovía A-1 y a los accesos a las zonas residenciales y comerciales del municipio. El cierre de la M-50, para conectar el norte con el oeste -la A-1 con la A-6- es un proyecto aún pendiente.

El 8 de febrero de 2001 llega el tren de Cercanías de Renfe es una realidad en Sanse. En abril de 2007 es el Metro el que se une a la mejora de la movilidad de nuestros ciudadanos. San Sebastián de los Reyes sigue sumando infraestructuras y servicios propios de ciudad moderna con el Hospital comarcal Infanta Sofía en Febrero de 2008. Se estrena también la gran biblioteca central en 2007.

Un gran hito en el urbanismo local fue la construcción de 5.500 nuevas viviendas en Dehesa Vieja, más de la mitad cuentan con protección. Las primeras viviendas de esta importante realidad que es hoy la zona, se ocuparon a partir de 2006. Antes, en noviembre de 2005, se crea un gran centro comercial, Alegra. Un gran parque público abierto en 2008 completa el proyecto.

Y una nueva transformación urbanística promovida en este último decenio, la constituye la de Tempranales (Sector AR.1) que cuenta con residentes desde 2011.

He resumido a grandes trazos para evitar ser excesivamente extenso esta breve historia de San Sebastián de los Reyes. Mucho ha llovido desde que en 1486 unos valientes vecinos y vecinas tomaran la decisión de instalarse en el cerro del Clavel y pedir la residencia en la Villa de Madrid a riesgo de sus vidas tras ser incendiadas sus cabañas y ser apresado. Muchos años y siglos nos contemplan desde que sanseros patrióticos se reunieran posteriormente con el rey Fernando el Católico en la zona del puente de Viveros para solicitarle protección. Pero la tenacidad, el diálogo, los serios argumentos y el espíritu de rebeldía de aquellos antecesores nuestros lograron lo que hoy somos, pueblo grande y ciudad moderna.

Y voy finalizando. San Sebastián de los Reyes se halla en un momento espléndido del siglo XXI con mejores perspectivas de crecimiento, a pesar de todos los pesares. El enorme salto poblacional y la capacidad de atracción de nuestra ciudad se muestra con este dato: De una población de 58.389 vecinos en enero de 2000 pasamos en 2011 a 79.825 y, según satos del INE de 2020 a 91.224 habitantes, ello en una superficie de un término municipal de 59,26 km².

Hoy, y lo digo con conocimiento, grandes empresas, importantes inversores, tiene puestos su ojos en nuestra ciudad. La realidad se impone y solo basta con una mirada alrededor de lo que ya es una realidad económica pujante, potente con un gran presente y un enorme e inmediato futuro. Empresas para crear riqueza pero también empleo digno para los trabajadores. Servicios e infraestructuras para seguir modernizando una ciudad que no es que se vaya a convertir en un referente en la Comunidad, sino que ya lo es en toda España.

Una ciudad en claro desarrollo económico pero también una ciudad amiga con sus habitantes, amable con sus vecinos y cómoda para vivir. Paso a paso seguimos y seguiremos avanzando, creando y mejorando servicios, adaptando, ampliando o inaugurando infraestructuras. Gran parte de la ciudad que queremos está hecha pero hay que mimarla, cuidarla, mantenerla como si de un pequeño hijo o hija se tratara. Y ese es el afán diario de este Ayuntamiento.

Os lo aseguro, porque lo sé y lo constato a diario que hay que ser optimista y tener fe en nuestras potencialidades tras un periodo donde negros nubarrones en forma de pandemias y temporales pretéritos y guerra de la que esperamos pronta finalización, no nos han detenido, no nos han hecho retroceder ni un ápice en nuestra senda de prosperidad y avance. Ni la Covid, ni “filomenas” ni guerras quebrantaron ni quebrantarán este camino. San Sebastián de la Soberanía, el San Sebastián de Madrid, el San Sebastián de los Reyes de hoy avanza imparablemente y nadie nos detendrá.

Sanseros y sanseras, uniros como una piña en un objetivo común como es la felicidad compartida y colectiva. Lo mejor está por venir, lo mejor está por llegar y lo tenemos aquí, aquí al lado, cerca, muy cerca. Vamos juntos.

¡Viva Sanse, viva San Sebastián de los Reyes y que vivan los sanseros y sanseras!

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