En el día de ayer, Diario de Sanse, transmitió las quejas de los comerciantes ambulantes que acuden cada semana al mercadillo de Sanse. Las quejas iban referidas al precio de la tasa anual que establece el ayuntamiento de Sanse y a la no apertura de todas las entradas del rastrillo.

Ante esto, el ayuntamiento ha querido dar su versión y explicar los motivos por los que no pueden abrir todas las entradas del mercadillo, además de argumentar sobre el porqué la tasa tiene el precio del que los comerciantes protestan.

Apertura de todas las entradas del mercadillo

En cuanto a las entradas del recinto ferial en el que se encuentra el rastrillo, la razón por la que no se pueden abrir en su totalidad, es por el control de aforo. El ayuntamiento informa de que, en cumplimiento de la legalidad vigente, los mercadillos en la Comunidad de Madrid están obligados a mantener una limitación del 75% del aforo. Para hacer el control de aforo, hay que disponer de un control en la entrada y otro en la salida, en los que, por diferencia en el conteo, se halla el público en el interior del recinto perimetrado.

Además, aseguran que les consta que en otros mercadillos siguen teniendo el control de aforo y vallado del perímetro con un solo acceso de entrada.

Reducción en las tasas

Otro de los puntos de los que los comerciantes ambulantes se quejaban, era de un alto precio en la tasa anual por poder montar su puesto en Sanse. El ayuntamiento insiste en que hay que tener en cuenta la tasa por metro cuadrado de ubicación, y considerar que los puestos en San Sebastián de los Reyes tienen 36 m2; esta medida, según la administración, no les sitúa entre las tasas más caras de la Comunidad de Madrid. En cualquier caso, el Gobierno estudiará una reducción de tasas para el próximo ejercicio.

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