Pepo García, responsable de comunicación y del centro ocupacional de APADIS y Christian Loste, responsable del área de responsabilidad social corporativa, alegan que “no hay demasiada oferta pública de empleo adecuada para las personas con discapacidad”. Además, añaden que “debemos tener más apoyo de la ciudadanía”.

APADIS (Asociación de Padres de Personas con Discapacidad de San Sebastián de los Reyes) forma parte de San Sebastián de los Reyes desde su creación en 1981. Un grupo de familias sin recursos con niños discapacitados plantaron la semilla de lo que es ahora una organización de utilidad pública que tiene 600 personas a las que ayudar en nuestro municipio. Diario de Sanse ha podido conocer de primera mano cómo es el día de día de esta asociación. 

Pepo García, responsable de comunicación y del centro ocupacional y Christian Loste, responsable área de responsabilidad social corporativa son la cara visible para ilustrar en este medio el proyecto. “Atendemos desde la infancia hasta la tercera edad, afirma Loste”. Y es que APADIS tiene nueve áreas de competencia de atención a personas discapacitadas. Infancia, Viviendas, centro ocupacional, centro de día, empleo, deporte, ocio y familia. Sin embargo, no tienen prioridad respecto a si se es vecino de Sanse o no.  “Los servicios se concertan con la Comunidad de Madrid”. Eso sí, “un factor es la cercanía”, apunta Pepo García.

¿Cómo se sostiene una organización así? Se trata de una colaboración económica y de medios entre APADIS y empresas privadas y públicas. En estas últimas destaca el ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes. “Nos subvenciona y si necesitamos espacios se los pedimos a ellos”. Además, “la comunidad de Madrid paga lo que ellos estiman también”.

Sin embargo, Pepo García y Cristian Loste, reclaman una mayor implicación de la parte privada. “No es suficiente con la financiación pública. Buscamos a empresas privadas”. Y es que APADIS tiene acuerdos con empresas de Sanse como ACENOMA, Leroy Merlín o Carrefour para la inclusión laboral de los chicos.

Ese aspecto se antoja fundamental para el futuro de los discapacitados. De ahí la importancia del centro ocupacional, situado en la avenida de Aragón 14 de Sanse, donde se forma a las personas para que puedan vivir el día a día sin dificultades. “Limpiamos, pintamos, hacemos buzoneo…”, comenta García.

A su vez, tienen su propia bolsa de empleo. No obstante, ambos se quejan de que no “hay oferta pública de empleo adecuada para las personas con discapacidad”. Y reclaman una mayor “implicación de la ciudadanía”.

Otro de los muchos temas que se encarga APADIS es el proporcionar una vivienda digna a sus discapacitados. Tienen lo que denominan “hogar amarillo” y “hogar verde” (incluidos en la zona del centro de día) y las viviendas comunitarias de La Marina. Mirando al futuro tienen más opciones. “Tenemos en marcha un servicio de viviendas para personas con autismo para siete personas en La Granjilla”, afirma Loste. Sin embargo alegan que sus chicos “deberían tener viviendas individualizadas, pero como no hay empleo para ellos es difícil”.

Por último, ponen en valor las mejoras que debería tener San Sebastián de los Reyes para ayudar a los discapacitados. “Hay mucha barrera física en locales y calles”, apuntan con tristeza.

 

180 profesionales dedican su tiempo en APADIS. Entre todos, ponen su grano de arena en diversas tareas, a veces silenciosas para la sociedad. Tratamientos, excursiones… El objetivo: que los chicos vivan con facilidad. Pepo García y Christian Loste son dos ejemplos de todos los miembros de esta asociación. 600 vidas a su cargo, pero como dicen ellos “alguien lo tiene que hacer”. Mucho mérito.

Julio Gómez

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