Actualmente, tenemos motivos más que suficientes los sanseros y sanseras, para ser y estar optimistas ante el presente que vive la ciudad y el futuro inmediato que va a transformar la ciudad, en términos de inversión privada, economía sostenible, creación de empleo de calidad y prosperidad.

Narciso Romero junto al presidente de Microsoft en España durante una visita a Sanse

Aunque hay más casos, pongo sobre la mesa solo dos hitos históricos y económicos que supondrán la transformación tecnológica de Sanse y su conversión en un polo de atracción de crecimiento económico e, insisto, porque este hecho es relevante, en un espacio de empleo de calidad.

Se tratan en hitos que amplían el marco regional y superan el ámbito nacional para llegar a ser referencias en la Unión Europea. Por un lado, la instalación de un Hub Digital que servirá de alojamiento a instalaciones dedicadas al almacenamiento y tratamiento de datos digitales. Tengamos en cuenta, y quiero que mis vecinos y vecinas se ilusionen con ello, que será un espacio físico compartido por grandes empresas, las más importantes compañías del mundo. Destaco además que ello se hará en un entorno hiperconectado, basado en energías renovables, para cumplir estrictamente con los acuerdos internacionales de descarbonización y con la posibilidad de despliegue de tecnologías ‘Smart City’”.

Ese es uno de los ejemplos, muy avanzado ya tras muchas horas de reuniones y de contactos discretos y callados. El otro, lo estamos viendo en su avance y es la instalación de la empresa Microsoft en Sanse, una de las tres corporaciones empresariales tecnológicas estadounidense más relevantes y de mayor tamaño del mundo. Que nos haya elegido para ubicarse en nuestra ciudad, con todo lo que ello conlleva para nuestro futuro, no es fruto de la casualidad ni es algo caído del cielo. Hemos logrado ser una ciudad atractiva para la inversión y que irradia seguridad y estabilidad.

En mi anhelo y en mi mente está, y sé qué pasos dar y qué herramientas utilizar, que esta realidad se materialice en hacer de Sanse un mejor lugar donde vivir y trabajar. Que, en definitiva, esas inversiones enormes, si se me permite la expresión, sean “inversiones en felicidad” y en el logro de una mayor calidad de vida de los sanseros.

Tenemos que ser conscientes de que hablamos de dos enormes hitos económicos y transformadores, de inimaginables repercusiones inmediatas en el empleo no solo de Sanse, sino de la zona y de la región, que conllevará un incremento del PIB local, un crecimiento sostenible y un paso de gigante hacia perfilar una ciudad aún más moderna. Supone, ya lo he dicho en otras ocasiones y lo veremos pronto, un antes y un después en Sanse.

Reitero que no son logros casuales, sino que he dedicado mucho tiempo a esto, muchas semanas y meses y buena parte de esta legislatura. Los grandes proyectos de ciudad necesitan meses volcados en asesorarte, documentarte con técnicos y en recabar información. Y a ello, hay que sumarle el mantenimiento de contactos, la celebración de muchas reuniones con el objetivo final de que nada falle y de que todo fructifique. Se trata de trabajo que no se ve y ni tan siquiera se percibe en el día a día de mi labor como alcalde. Es una labor silenciosa, discreta, sin asumir protagonismos y en la que hay que saber cómo actuar para, por un lado, no levantar falsas expectativas y, por otro, no poner en riesgo el objetivo simplemente por buscar la rentabilidad política.

Como he reiterado en otras ocasiones, no me gustan ni los ególatras protagonismos, ni las falsas promesas, ni las poses de presunción e impostadas actitudes. Tampoco dedico ni un solo minuto a contestar a la demagogia, a la mentira, a las fakes ni a entrar en el juego del embarrar y emponzoñar la política que, con cierta reiteración, se produce, con más intensidad ahora, en tiempo de precampaña. Yo sigo mi camino de trabajo diario porque para eso me pusieron al frente de este gran honor que es ser alcalde de tu pueblo, mis vecinos y vecinas. Que nadie me va a distraer de ese camino hasta el último momento, es un hecho seguro. Eso se llama responsabilidad institucional frente a la ambición desmedida de poder, la inmadurez política o los intereses de partido o de otro tipo.

Estoy feliz por lo realizado y mucho más por lo que está por venir. Satisfecho y moderadamente contento de la gestión y de los frutos que empezamos a recoger. Una gestión que no olvidemos, se ha llevado a cabo en un escenario de extrema dureza y adversidad como fue la terrible pandemia del Covid, la atroz borrasca Filomena y las turbulencias internacionales. Si con todo eso hemos logrado una ciudad que se está transformando diariamente y que vive la mejor de sus épocas, ¿qué seremos capaces de lograr en una situación de normalidad? Lo mejor estar por venir ¡Vamos juntos!

 

Narciso Romero Morro

Alcalde

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