Hemos comenzado un año electoral en el que ya es muy fácilmente perceptible, incluso desde finales del año pasado, que los partidos que quieren entrar en contienda para las elecciones del 28 de mayo en cada municipio han comenzado su campaña electoral.

Es sumamente frecuente, entre los grandes partidos que operan a nivel nacional y autonómico además del municipal, lanzar sus críticas contra el adversario principal o quienes consideran sus adversarios principales centrándose en la política nacional y autonómica de dicho partido o viceversa, enumerando los logros o aquello que entienden por logros según lo realizado por su partido a nivel nacional y autonómico, independientemente de que cada partido se encuentre en el poder en ese momento o forme parte de la oposición.

Esta práctica tiene un evidente peso estratégico y, normalmente, cuenta con efectividad. Sin embargo, desde el punto de vista de las personas votantes, la mayoría no pertenecientes a ningún partido y muchas de ellas sin convicciones ideológicas firmes, no siempre es el mejor criterio con el que guiarse para intentar lograr sus intereses y aspiraciones. Esto es así porque, aunque no seré yo quien niegue el peso y valor de las ideologías y políticas generales de los partidos, ya que se trata de escalas de valores y precedentes que tienen su peso, a nivel municipal pueden llegar a encontrarse grandes diferencias entre los mismos partidos en diferentes municipios.

Alguien, con cierto conocimiento de la política municipal, me dijo un día que la política en los municipios iba más de personas que de partidos y creo que tenía toda la razón. En los municipios las cosas son más cercanas, las decisiones y sus consecuencias son más próximas para todos y el criterio seguido por las corporaciones municipales puede sorprender con giros inesperados en una política nacional o autonómica o en municipios colindantes, para bien o para mal, según los casos.

 

Creo que es importante participar en las elecciones municipales y, al hacerlo, además de tener en cuenta factores ideológicos, si la persona que quiere votar los tiene y su satisfacción o insatisfacción con las políticas y decisiones de los partidos a nivel nacional y autonómico, fijarse, siempre que sea posible en los hechos acontecidos en materia política en su municipio y en lo que pueda conocer de las personas que trabajan en política en dicho municipio. En este caso, estos últimos factores pueden ser una mejor brújula sobre la que tomar sus decisiones, que la más pura abstracción ideológica o las portadas de su diario favorito o noticias destacadas de su televisión favorita cuando hablan de política nacional o autonómica.

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