El comedor social de la Hermandad del Cristo de los Remedios de San Sebastián de los Reyes lleva desde el 2014 (momento en el que se conmemoraba el II Centenario de la Hermandad) realizando labores de ayuda para los más necesitados de nuestro municipio. Sin embargo, actualmente está en un momento sin precedentes. Trabajando en plena crisis del coronavirus. Con todo lo que conlleva.

Hay que decir que a nivel económico este virus está dejando a muchas familias desamparadas. Por ello, María Moreno, una de las personas que están ayudando en el comedor, nos comenta que “ha aumentado mucho la demanda de alimentos. Cerramos el comedor social por el Estado de Alarma y hemos retomado el servicio de asistencia hace un par de semanas. Nos hemos encontrado una grandísima necesidad que estamos intentando cubrir como buenamente se puede”.

Integrantes del Comedor social

Por ello, piden una mayor colaboración, si cabe, de la gente que pueda aportar un granito de arena en estos duros momentos. “Necesitamos colaboración por parte de quien sea en la donación de alimentos o en una aportación económica para que la Hermandad pueda seguir desarrollando esta labor. Nos nutrimos de donaciones de comercios de la zona o de otras entidades que, a través de contactos, nos proporcionan alimentos precocinados y no perecederos que se distribuyan a los usuarios del comedor social. Adicionalmente, la Hermandad hace acopio con fondos propios de alimentos”, declara.

A su vez, afirma María que “estamos en permanente contacto con los Servicios Sociales del Ayuntamiento para coordinarnos en no duplicar las entregas a las mismas personas y evitar que otros que la necesitan no la pudieran recibir”.

Hay que decir que este comedor lo forman un total de 35-40 personas, contando con los integrantes de la Junta de Gobierno. Todos se distribuyen bien la tarea. “Tenemos a un grupo diario de personas que recogen los alimentos a diario y los llevan al comedor, otro grupo que se encarga de la preparación y entrega de los alimentos y otro grupo que coordina toda la actividad”, comenta María.

¿Y con tanta gente como son las medidas sanitarias? María lo tiene muy claro. “Tomamos todas posibles para la manipulación de los alimentos, el uso de mascarillas y guantes y la distancia mínima de dos metros. Los usuarios no acceden al comedor social, el reparto se hace desde la puerta y los usuarios respetan la distancia de seguridad en la cola. Las citaciones que se hacen a los usuarios son cada 10 minutos para evitar aglomeraciones”.

En definitiva, esta función se antoja fundamental en plena crisis del coronavirus. La ayuda a los más necesitados contrasta con el miedo al contagio cada día. Una circunstancia que no les hace echarse para atrás de tu tarea: garantizar alimentos a las personas que no los tienen.

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