Según consta en un documento de 23 de marzo de 1525, guardado como oro en paño en el Archivo Municipal de San Sebastián de los Reyes, se solicita permiso para “correr toros… y no perder las costumbres”. Es obvio que no precisamos aderezos ni calificativos de si “la chica” o “la grande”, ni siquiera “los de Madrid” (hay más poblaciones en esta Comunidad que también los celebran). Tenemos bagaje suficiente e importante historia internacional como para nombrarlos directa y llanamente Los Encierros de SanSe, no hace falta más.

Dentro de cuatro años se cumplen cinco siglos de esa cita documental y ya se corrían toros. Transcribo parte del poema que estrené en Sanse el 30 de junio de 2017; cuenta algo más pues nuestra Historia arranca en 1492:

«¡Os reconocemos Pueblo! ¡Real Cédula otorgamos! Siglos ha que esto escucharon, del entonces rey Fernando, un puñado de vecinos que, huyendo de tiranía, por su libertad lucharon tirando juntos del carro.

Encierro de Sanse (Foto: archivo)

Prosiguieron crecimiento junto a encinas, cual su amparo, cuidaron tierra y ganado y sus casas agruparon. Lograron su epifanía y a San Sebastián nombraron. Celebrando ser y estar, instituyen sus festejos que arraigan, como sus trigos y sus ecos llegan lejos.

Y según reza en escritos que al pueblo le dan razón y tienen sabor añejo, “pa no perder las costumbres” hay que dar gracias al cielo, participar con gracejo, disfrutar con gran anhelo y salir en procesión. Es tiempo de compartir, de alegría, de relajo… y también de correr toros a los que rinde agasajo.

¡De tan antiguo este encierro! que de la dehesa venía hasta llegar a la plaza en tremenda algarabía. Fiesta que convoca a gentes de dentro y fuera del pueblo con Interés Nacional y estableciendo los puentes con viso internacional. Invoca a quien participa como activo observador: en balcones adornados, subido en las talanqueras, en gradas nuevas, sentado… ¡vibrando con las carreras!

Nace un pueblo, crece una ciudad. Todo el mundo colabora en la grata realidad de hacer más grande esta fiesta, nuestra enseña principal. El Cristo echa un capotazo y el encierro, al corazón, le da amoroso flechazo».

 

Este año ha vuelto a tocar encierro y procesión virtual por razón de la pandemia con índices altos de contagio. Y silencio, oración y triste recuerdo a quienes nos han dejado por ello. Tengamos tiempo de Fiestas sin riesgo para los vecinos y visitantes, cumpliendo las normas de protección propia y respeto a los demás. Gracias por cuidar la mejor imagen de SanSe.

Pedromaría Rivera

1 COMENTARIO

  1. Los toros os lo agradecerán, no entiendo cómo se siguen celebrando actos de este tipo y la gente disfruta con el sufrimiento animal.

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