El día 4 de Mayo se inicio el plan de transición y con ello,  la reapertura de diferentes negocios y centros de salud que duraron más de 50 días cerrado por el confinamiento obligatorio. Yéndonos a los profesionales en fisioterapia fueron uno de los pocos rubros que se considero como esenciales en el Estado de Alarma, pero por falta de demanda y miedo al contagio del virus neófito, decidieron cerrar.

Nuevamente abren sus puertas para los habitantes de la localidad y realizan un protocolo de prevención. “Se organizan las citas por vía telefónica y se le notifica al paciente que tiene que venir sin acompañante, antes de ingresar a la clínica se realiza un cuestionario para descartar futuros contagios.  Tanto el cliente como el fisioterapeuta se desinfectan las manos y tienen que tener el uso de mascarilla” así nos explica Alfonso empleado de la Clínica Natal, localizada en la Calle María Moliner, 4. Además nos afirma que hay baja clientela y deduce que es por el miedo que tienen a ser contagiados.

De este modo, el profesional se tiene que adaptar a las medidas preventivas y deberá desarrollar su actividad con mascarilla, pantalla, gafas protectoras, gorro y guantes. No obstante, el protocolo de limpieza incluye desinfectar toda el área cada vez que culmina la terapia de rehabilitación, descartar inmediatamente las batas, guantes y mascarillas que utilizó el paciente y nuevamente desinfectar el área.

 

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