La reciente publicación del decreto municipal que establece los horarios extendidos para las próximas Fiestas del Santísimo Cristo de los Remedios 2025 ha desatado una fuerte indignación entre parte del vecindario. Una residente de la zona centro de San Sebastián de los Reyes ha utilizado sus redes sociales para expresar su descontento, lanzando duras acusaciones contra las autoridades locales y, en particular, contra la alcaldesa Lucía Fernández y el concejal delegado de Festejos, Carlos Bolarín.
La vecina ha calificado la situación de «maltrato y secuestro a los vecinos de la zona centro». En su escrito, afirma de forma contundente: «Los vecinos de la zona centro seguimos siendo pisoteados por el señor Bolarín y la alcaldesa Lucía, un año más en que se ríen en nuestra cara, un año más respaldándose en una supuesta tradición mal entendida y sobre todo mal ejercida».
La residente detalla las consecuencias que, según ella, sufren los habitantes del centro durante las fiestas. Habla de «destrozos, insalubridad en las calles y en nuestras propias casas donde llegan a entrar los orines, no hablemos en los garajes». Subraya que es «otro año más de destrozos en nuestras propiedades de los que luego no se hacen cargo», y «un año más de ansiedad por el ruido durante más de 20 horas diarias en nuestras calles». La queja se extiende a la «impotencia de no poder dormir ni con todos los tapones que pruebes», y al «sufrimiento de niños con TEA, personas mayores enfermas y animales» por el constante ruido.
La crítica no solo se centra en los perjuicios, sino también en lo que considera una falta de consideración hacia los vecinos. La mujer acusa que el Ayuntamiento no es «capaz de conciliar el negocio y la dignidad de los vecinos», y añade que «también nos quitan nuestra dignidad mandando a personas a meterse con nosotros a insultarnos y amenazarnos». Para ella, «ante el poder de ciertas personas ni los derechos constitucionales sirven de nada».
Con un tono premonitorio, la vecina advierte que la situación actual «terminará por dos motivos: uno que ocurra una desgracia por la injustificable falta de seguridad que se viven en estas calles con el macrobotellón o por que al fin salga el juicio pendiente y un juez nos dé la razón como ya ha pasado en tantos otros municipios».
Concluye su mensaje con una acusación directa sobre la inacción municipal: «lo que sí sé es que la sentencia les pondría a mis dos amigos en una situación muy sencilla y nos tirarían a todos los hoteleros encima, se limpiarían las manos ante algo que ellos mismo saben, y la policía nacional se lo ha dicho muchas veces, es inseguro y un auténtico despropósito, alegando que la culpa la tenemos los vecinos y centrando toda la ira en nosotros, cuando ellos han sido incapaces de hacer su trabajo y llegar a una conciliación justa y lógica en la que no se pisoteen los derechos básicos».
