Este sábado a las 11:30 horas va a tener lugar en San Sebastián de los Reyes un acto organizado por la formación local de Más Madrid. El Centro de Formación Marcelino Camacho acoge una mesa de diálogo que analizará las problemáticas de salud mental y los determinantes sociales en los centros educativos. Para ello contarán con los diputados Diego Figuera, Javier Padilla y la diputada Teresa Zurita, así como con la participación de la presidenta de la asociación de enfermería escolar ACESSE, Montserrat Márquez, y las visiones de la joven psicóloga Maite Piera, y el orientador escolar, Asier Delgado, militantes de los sectoriales de Jóvenes de Más Madrid y de Más Madrid Educación respectivamente.

Diario de Sanse ha entrevista a Diego Figuera, uno de los ponentes de este evento. Desde su experiencia (es psicólogo y psiquiatra) como director del Hospital de Día Ponzano del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, analiza la importancia de este tema en la sociedad actual.

Pregunta. En el evento se va poner en valor la salud mental, pero ¿qué vais a tratar exactamente?

Respuesta. Hablaremos de salud mental, pero también de la importancia de los determinantes sociales que condicionan nuestra salud mental. Es decir, la salud mental se ha vivido durante muchos años como una enfermedad, que desde el modelo médico, parecía un problema del cerebro biológico. Sin embargo, todas las investigaciones que vamos acumulando a largo de los últimos 50 años nos dicen que el tema es mucho más complejo. Para los problemas de salud mental hay que tener en cuenta la herencia biológica, en un porcentaje pequeño, pero luego también hay otros factores que influyen en que tengas la probabilidad de tener una crisis. Los otros determinantes son, entre otros, la familia, como por ejemplo haber vivido crianzas inadecuadas. Eso favorece que el cerebro pueda crear problemas de salud mental a lo largo del tiempo.

Por otro lado, tienen que ver los determinantes sociales de salud mental. Son todos los factores que incluyen la pobreza, la exclusión por emigración, alimentaciones… Hoy sabemos que para tener un trastorno de salud mental grave no hace falta tener una herencia biológica. Hay que tener una visión mucho más global. El último factor es el trauma. Tiene que ver con los entornos escolares. Muchos chavales que pueden tener alguna predisposición biológica familiar pueden tener problemas de salud mental si aparecen el ‘bullying’ o el acoso escolar.

Diego Figuera. Foto: Diego Figuera

P. Has hablado de los jóvenes. ¿Se está dando toda la atención que debiera a los problemas de salud mental en esta parte de la población? ¿Hace falta un paso más?

R. Es un paso fundamental. Entré en política porque Íñigo Errejón y Manuela Carmena me pidieron que pudiéramos hablar de salud mental en política. La salud mental se está descuidando enormemente porque siempre se ha puesto como un problema individual, pero es ,fundamentalmente, colectivo. Los cuidados en la escuela, en casa o los entornos no agresivos favorecen un desarrollo hacia la salud. Cuando se tienen estos entornos no se dan estos problemas, por lo general. Ahora está predominando el enganche de los chavales a las redes sociales, la soledad no deseada o los entornos no tan inclusivos porque en casa no hay facilidad de conciliaciones. A su vez, ya no hay un estigma cuando se tiene una enfermedad. Se puede pedir auxilio. La visibilidad es importante en la actividad política. La epidemia más importante, después de la COVID, es la que está subiendo en salud mental.

En los dos últimos años han aumentado hasta en un 400% en las urgencias de las clínicas de salud mental las autolesiones o intentos de suicidio de los jóvenes. Es un tema muy serio y acaba de empezar. No estamos en el pico de la ola. En los servicios de salud mental estamos desbordados.

P. ¿Cómo puede afrontar un centro escolar el hecho de tener a un alumno o a un profesor con problemas de salud mental?

R. Lo primero es que haya espacios donde se pueda visibilizar. Es decir, si hay alguien con sufrimiento se le pueda escuchar. También es bueno incluir a la familia en ese lugar para encontrar entre todos una solución. Esto tiene que ver con los equipos de orientación escolar. Falta personal. La media en Europa es de 1 orientador por cada 250 alumnos. En la Comunidad de Madrid, de 1 orientador por cada 850 alumnos. No les da tiempo a estar con la gente. También es importante que tengan formación en psicología porque tienen más capacidad de escucha. Además, los jóvenes se acercan más a ellos por su capacidad para escuchar y mediar.

A su vez, se necesitan unos protocolos de actuación claros para todos los colegios. En este momento no lo hay. Hay directrices de la consejería de Educación, pero no están claras. La tercera pata es la coordinación. Si se detecta un problema en la escuela y la primera consulta para psicología en atención primaria es de nueve meses de media. ¿Qué va a pasar? Si un chico se está autolesionando irá a urgencias y el médico le recetará un ansiolítico o un antidepresivo. Con ello, se va a medicalizar un sufrimiento. Estos fármacos, a veces, crean intentos suicidas. Ese es el fracaso del sistema.

P. ¿La política es el factor clave para minimizar estos problemas?

R. Absolutamente. Cuando nos dicen desde el Gobierno de Ayuso que politizamos la sanidad o la salud mental decimos «claro que sí». La solución tiene que ser política. Es saber donde vas a invertir el dinero. Ayuso dice que hará una nueva unidad de agudos de ingresos y lo hace externalizado en un hospital privado. Nosotros decimos que gran parte de ese dinero hay que ponerlo en más orientadores escolares, psicólogos clínicos o en salud mental de atención primaria. Si ya invertimos poco hay que ver donde lo haces.

 

P. Por último, ¿qué se le puede decir a las personas que opinan que hay problemas más importantes que este en la sociedad actualmente?

R. Las estadísticas que maneja la OMS dicen que a lo largo de la vida un 25% de las personas en la sociedad española van a tener un problema serio diagnosticado de salud mental. Y que un 10% de los jóvenes ahora mismo ya tienen diagnóstico. También que el 4% de nuestros jóvenes y de adultos van a tener un trastorno mental crónico y grave que crea discapacidad. Lo que se gastan los estados para pagar discapacidades por salud mental es más importante que en las enfermedades cardíacas. Es un problema enorme. Además por cada euro que se invierte por salud mental se recogen quince de beneficio a lo largo de diez años.

Más allá de este acto, el viernes 18, a las 18:30 horas, en el centro cívico Pepe Viyuela, la mesa de diálogo tratará temas de relevancia, como la exposición al amianto, presente en varios centros de el municipio, la necesaria transición energética en los centros públicos o el impulso de actividades como el compostaje como herramienta sostenible a la par que formativa para crear conciencia respetuosa con el medio ambiente que deben afrontar las generaciones futuras. Para ello contará con las diputadas autonómicas, María Pastor y Alodia Pérez, y el diputado Alejandro Sánchez, así como con la secretaria general del área de enseñanza de Comisiones obreras en Madrid, Isabel Galvín. También contará con la asistencia de dos profesionales de la asociación Composta en red, que hablaran de las virtudes del uso de esta herramienta en el ámbito educativo.

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